miércoles, 22 de febrero de 2012

Dedicado a una persona que apreciaba personalmente


Querido Hermano Cofrade:
Dicen que nadie se va para siempre
mientras los que nos quedemos aquí no olvidemos.
No olvidamos, no queremos olvidar,
como no olvida la Madre al Hijo que se va.
Hermano mío, Cofrade,
que todos los Viernes Santo
vestirás túnica blanca
y rezarás de rodillas
como hacías a mi lado.
No te vayas, hermano mío.
Nunca dejes de alumbrar,
que tu Cristo necesita
de esa luz para brillar.
No te vayas, buen amigo,
acompáñame en la noche,
y ponle a tu vida el broche
de ver sacar a tu hijo,
que luce tu crucifijo,
el Cristo de tus Amores.
Mi hermano, amigo cofrade,
estos versos son mi llanto,
y, el de aquel que te espera,
para ver subir los Pasos.
Tú que eres Riosecano,
que te llenabas de orgullo
cuando por tus caminares,
tu pueblo era nombrado
nunca dejes de estar cerca,
y ven, acompáñame hermano.
Se acerca ya el Viernes Santo,
he de prepararlo todo,
mi túnica y mi farol
todo ha de estar arreglado.
Ayúdame como hacías
cuando aún iba en tus brazos,
y orgulloso me llevabas
a los gremios, de tu mano.
Sólo un favor te pido, hermano cofrade mio,
protege a tu pueblo amigo, que hoy te añora y  te recuerda,
y vuelve en Semana Santa
a vestir túnica blanca
y crucifijo de emblema.
 
Y ven, hermano mio,
acércate y me despido,
Abuelo, Padre,
Hermano, Hijo,
no olvides lo que te digo.
Tu cofradía loada,
Cristo de los Afligidos
y Tu Cristo de la Paz
por mucho que pase el tiempo,
tu nombre recordará.
Jesús del madero, amigo,
enséñame a no olvidar
a este hermano que se va,
y deja que el Viernes Santo
procesione una vez más.
Deja que ayude a su hijo,
y su medalla limpiar,
y su pañuelo en el cuello
se lo pueda colocar.
No lo lleves todavía, Cristo amigo,
que sin él un Viernes Santo,
nunca podrá ser igual.
Déjale que desde el Cielo,
vele por su Cofradía,
sus Hermanos y Mantillas,
y un poco de su armonía,
nos inunde en estos días.
Ya está la Plaza en silencio,
la Salve se ha de cantar,
con tu voz dulce y profunda,
La Soledad llorará.
Ya está dentro tu Cristo,
ya ha cruzado el umbral,
el Cadena va a rezar,
de los ojos de tu hijo
una lágrima caerá.
Y cuando su corazón late,
late el tuyo
y cuando su espalda dobla,
tus manos pones de escolta, y cuando busca su horquilla,
 tú se la acercas y animas.
Y ahora... vete,
vuelve a tu Cielo y descansa,
que nosotros tus hermanos,
cuidaremos de tu casa.
Jesús del madero, Amigo,
enséñame a no olvidar
al hermano que no está,
y deja que el Viernes Santo,
vuelva conmigo a alumbrar.

Por casualidad lo encontre por la red y se lo dedico a MAGDALENA MILL ARTEAGA
Gerente de la tienda cofrade MUNDO COFRADE de Sevilla
sirva como pequeño homenaje a la persona que tantas veces me recibio en su tienda como si fuese mia
gracias por estos años que en el cielo estes viendo todo lo que aqui abajo pasa gracias amiga